La fibra no es más que un hidrato de carbono que no es digerido por nuestras enzimas, por lo que no se absorbe y pasa íntegro por nuestro aparato digestivo, limpiándolo, facilitando el tránsito intestinal y aportando efectos muy beneficiosos para nuestro sistema digestivo y nuestra salud en general.
Existen dos tipos de fibra: insoluble y soluble. La fibra insoluble se encuentra en los cereales y sus derivados: pan, pasta etc. Pero siempre en sus variedades integrales. Este tipo de fibra aumenta la movilidad intestinal, mitigando ciertos trastornos como el estreñimiento. La fibra soluble se encuentra en frutas, verduras y legumbres. Los beneficios de este tipo de fibra son amplios: combate el colesterol, previene el cáncer de colon, combate las subidas de azúcar en sangre, etc. En contacto con el agua forma una especie de gel: mejora su capacidad para circular por el intestino y aumenta su volumen, con la consecuente sensación de saciedad. Esa capacidad de hacernos sentir saciados es la que hace de estos alimentos unos clásicos de la dieta de adelgazamiento.
Beneficios de la fibra
Es bastante conocido el papel que juega la fibra contra el estreñimiento. Sin embargo el verdadero valor de la fibra se descubrió en los años 70, cuando dos médicos estudiaban la relación entre la dieta básicamente vegetariana de ciertos pueblos de África con la baja incidencia de enfermedades frecuentes en el mundo occidental: cáncer de colon, hemorroides, colesterol alto etc. Los estudios llevaron a estos médicos a descubrir que la fibra absorbía el colesterol, así como ciertas sustancias cancerígenas y nos ayuda a eliminarlo a través de las heces. No es despreciable tampoco su acción para prevenir y controlar la diabetes, una enfermedad cada vez más habitual.
Consumir fibra en una cantidad correcta
Se aconseja un consumo diario de 30 gramos de fibra. Dos piezas de fruta, 100 gramos de hortalizas, 50 gramos de legumbres y 50 gramos de pan integral nos aportarían un equilibro ideal de fibras para asegurarnos una salud de hierro.
En cuanto a los suplementos dietéticos con fibra se puede afirmar que, entre las personas que no presentan ningún problema de salud, los suplementos sólo actúan como parche de una dieta poco equilibrada y con carencias nutricionales.
El exceso de fibra disminuye nuestra capacidad para absorber ciertos nutrientes, como el calcio, el zinc o el hierro, por lo que no debemos abusar de ella. Además el exceso de fibra soluble puede producir gases.
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