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miércoles, 20 de noviembre de 2013

Aceite de Pepitas de Uva



Los valores nutricionales y medicinales de la uva se remontan a miles de años atrás. Los egipcios ya consumían esta fruta hace 6000 años, mientras que
los filósofos de la antigua Grecia ya hacían referencia a su gran poder curativo, normalmente en forma de vino. La parra o vid procede de Ásia, aunque fue introducida a Norte América y Europa sobre el año 1600.La parra es una planta leñosa y trepadora que puede llegar a los 30 metros de altura aunque queda reducida al metro de altura por la acción de poda del hombre. Presenta unas hojas grandes y su fruto es la uva, la cual puede presentar un color verde, rojo o morado.

Composición
El aceite de semilla de uva se obtiene por presión en frío de las semillas del fruto de la parra o vid. Por su textura, el aceite de pepita de uva deja una brillante capa cubriendo la piel cuando es usado como aceite portador cuando se realizan mezclas con aceites esenciales. Su apariencia es la de un aceite pálido y delicado.

Muy rico en ácidos grasos oleico (15-20%) y linoleico (69-78). Ambos ácidos grasos no son sintetizados por el organismo, es por esto que se llaman Ácidos Grasos Esenciales. Es el aceite portador que más cantidad de ácido linoileico aporta por su elevada composición del mismo.

Fuente significativa de proantocianidina, vitamina E y resveratrol, importantes componentes antioxidantes indispensables para un buen funcionamiento del organismo.

Resultados farmacológicos
Actualmente, numerosos profesionales médicos recomiendan algún tipo de extracto o derivado de la uva para tratar distintas dolencias ya sean debidos a efectos dañinos por radicales libres, regulación de azúcar en sangre, problemas en el corazón o bien por el cáncer.

Los flavonoides hallados en el vino tinto han demostrado ser una ayuda en la protección del corazón, inhibiendo la oxidación del colesterol LDL, conocido también por “colesterol malo”.

Por la misma razón, también resulta favorable en casos de colesterol alto, relacionado al mismo tiempo con patologías del corazón.

Los componentes antioxidantes que nos ofrece la uva permiten una mejor protección de los vasos sanguíneos de nuestro cuerpo, disminyuendo la demanda de sangre del corazón y consecuentemente disminuyendo la presión sanguínea.

Además, varios estudios han demostrado que los antioxidantes previenen el crecimiento de las celulas cancerígenas en el laboratorio. Es por esto que se han convertido en aliados perfectos para la prevención del cáncer en general.

Indicado también para prevenir disfunciones oculares, sobretodo cuando éstos son resultado del paso de los años y la vejez.

Resultados cosméticos
El aceite de pepita de uva posee excelentes propiedades emolientes que suavizan y calman la piel ayudando al reequilibrio de la pérdida y absorción de la humedad cutánea.

El aceite de pepita de uva es un ingrediente cosmético ideal para tratar pieles debilitadas o un tejido dañado por sus cualidades regenerativas y reestructurantes que permiten un mejor control de la hidratación de la piel. Puede ayudar a mantener la estructura de las celulas epiteliales por su aporte en la membrana de las mismas. Además, las proantocianidinas procedentes de las semillas de uva son potentes inhibidores de reacciones perjucidiales para la salud cutánea normalmente consecuencia de la acción de agentes dañinos como pueden ser la radiaciones UV. Es por esto que dichos polifenoles naturales o flavonoides resultan muy beneficiosos para efectos antiaging o anticancerígenos, sobretodo si las radiaciones nocivas son la causa más directa.

En general, y gracias a todos estos beneficios que nos aporta el aceite de semilla de uva, puede usarse como ingrediente emoliente, protector y antiaging, aumentando la penetración de otros activos provechosos para la salud cutánea, un gran poder antioxidante y adecuado para todo tipo de pieles. Por su agradable textura, también puede usarse como lubricante para el afeitado.

Aporte de ácidos grasos esenciales
La elevada concentración de los ácidos grasos oleico y linoleico incrementan el efecto nutritivo del aceite.La función de los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) regeneran la función barrera de la piel favoreciendo su hidratación.

Una de las causas más comunes de una piel seca es la pérdida del ácido linoleico en su estructura, aunque ésta se puede restaurar fácimente mediante aplicación tópica. Por otro lado, también se requiere para mantener la función barrera de la piel.

Además, el ácido oleico es el encargado del transporte de los PUFA en la piel. Este ácido graso monoinsaturado induce a la penetración de sustancia lo cual se convierte en un mecanismo muy adecuado sobretodo cuando se une a otras sustancias favorables para la salud cutánea.

Efectos adversos
Solamente se recomienda consultar con el doctor o farmacéutico en el caso de realizar algún tratamiento quimioterapéutico cuando se quiera tomar algún tipo de antioxidante para asegurar que se puede hacer de forma totalmente segura.

No sé ha documentado ningún caso con efectos adversos durante el aporte de aceite de pepita de uva en el organismo, por lo que en principio no se debe tener especial atención en cuanto a su aplicación aunque nos encontremos en algún episodio tal como embarazo, lactancia, etc. En general, se puede decir que no existe ningún peligro destacado por la aplicación del aceite.





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