El Colágeno tipo II es el principal componente del cartílago articular que protege nuestras articulaciones, aportándo elasticidad, firmeza y resistencia.
Para los deportistas, las articulaciones suelen ser las partes más castigadas del cuerpo. Debido al sobreesfuerzo y a la repetición excesiva de movimientos al que se someten las articulaciones, la práctica intensiva y prolongada de deporte puede provocar el desgaste progresivo del colágeno articular, apareciendo dolor, inflamación y lesiones articulares.
Las dolencias articulares más frecuentes entre deportistas son las producidas por el desgaste del cartílago como la artrosis, las que afectan a los tendones como la tendinitis y las que afectan al cartílago articular, como las condropatías.
Es habitual atribuir estas enfermedades articulares únicamente a deportistas de alto nivel o de edad avanzada, pero la verdad es que también son frecuentes entre deportistas jóvenes, que por ejemplo practican deportes como el tenis, el fútbol o el running, y que participan en torneos, maratones o carreras de montaña.
Es muy importante que dediques una especial atención al cuidado de tus articulaciones si quieres practicar tu deporte favorito durante muchos años. Aquí algunos consejos:
1. Calentamiento
Antes de realizar cualquier tipo de deporte, es muy importante dedicar un tiempo a realizar ejercicios de calentamiento, con el objetivo de preparar músculos, tendones y articulaciones para el esfuerzo que soportan durante la actividad física, evitando así lesiones no deseadas o que se podían haber evitado.
Igual de importante es dedicar algo de tiempo a realizar ejercicios de estiramiento una vez has terminado de hacer deporte, facilitando así que los músculos se relajen y vuelvan a su situación de reposo habitual.
Además, es muy recomendable realizar ejercicios para el fortalecimiento de la musculatura, pues las articulaciones son más propensas a padecer lesiones cuando los músculos que las sostienen son débiles.
Antes de realizar cualquier tipo de deporte, es muy importante dedicar un tiempo a realizar ejercicios de calentamiento, con el objetivo de preparar músculos, tendones y articulaciones para el esfuerzo que soportan durante la actividad física, evitando así lesiones no deseadas o que se podían haber evitado.
Igual de importante es dedicar algo de tiempo a realizar ejercicios de estiramiento una vez has terminado de hacer deporte, facilitando así que los músculos se relajen y vuelvan a su situación de reposo habitual.
Además, es muy recomendable realizar ejercicios para el fortalecimiento de la musculatura, pues las articulaciones son más propensas a padecer lesiones cuando los músculos que las sostienen son débiles.
2. Un buen calzado
3. Cuidado con el sobreesfuerzo
El exceso de ejercicio físico y la sobrecarga de las articulaciones puede provocarte fatigas y lesiones, sobretodo si además no respetas tus períodos de reposo y descanso. Márcate objetivos que puedas conseguir y ve modificando tus metas en función de tu estado de forma.
3. Cuidado con el sobreesfuerzo
El exceso de ejercicio físico y la sobrecarga de las articulaciones puede provocarte fatigas y lesiones, sobretodo si además no respetas tus períodos de reposo y descanso. Márcate objetivos que puedas conseguir y ve modificando tus metas en función de tu estado de forma.
4. Evita el sobrepeso
El sobrepeso aumenta la presión sobre las articulaciones, lo que puede provocar un mayor desgaste del cartílago articular a la hora de realizar deporte.
El sobrepeso aumenta la presión sobre las articulaciones, lo que puede provocar un mayor desgaste del cartílago articular a la hora de realizar deporte.
5. Una buena hidratación
Es importante hidratarse antes, durante y después de realizar deporte. Beber agua, zumos o bebidas isotónicas favorece la función del líquido sinovial de lubricar las articulaciones durante su movimiento.
Es importante hidratarse antes, durante y después de realizar deporte. Beber agua, zumos o bebidas isotónicas favorece la función del líquido sinovial de lubricar las articulaciones durante su movimiento.
6. Una dieta equilibrada
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