Es el aceite extraído de las pipas o semillas de girasol y debe ser un aceite extraído en frío y de primera presión para que mantenga sus extraordinarias propiedades.
El origen del girasol se atribuye principalmente a México pero parece ser que fue en Rusia a finales del siglo XVIII donde se realizaron las primeras pruebas de extracción de aceite y es ya a mediados del siglo XIX cuando se empieza a comercializar a gran escala.
Propiedades del aceite de girasol
La cualidad más importante del aceite de girasol (si es de primera presión en frío y tomado en crudo) es su alto contenido en vitamina E y en ácidos grasos no saturados los cuales para el humano son esenciales, ya que no los puede producir.
La calidad de sus ácidos grasos (mono y poliinsaturados) junto a su riqueza en ácido linoleico, oleico y vitamina E ayuda a reducir el riesgo de sufrir problemas circulatorios, infartos y diferentes tipos de problemas cardiovasculares.
Cada vez se reconoce más la eficacia del aceite de girasol a la hora de regular el metabolismo del colesterol, ejerciendo una acción de drenaje en los abscesos de colesterol, en los tejidos y sobre todo ayudando a mantener "limpias" las paredes internas de las arterias. El aceite de girasol será, por ello, también muy adecuado en casos de arteriosclerosis. Se podrá tomar solo o en igual proporción con el aceite de oliva uniendo de esta forma sus cualidades. Reduce, pues, eficientemente el nivel de colesterol total, LDL y los niveles de triglicéridos.
El aceite de girasol es ideal para tomar en crudo ya que no soporta bien las temperaturas. Es ideal para aliñar ensaladas u otros platos. Además de sus beneficios aporta a los alimentos, si no es refinado, su delicioso sabor a semillas de girasol.
La riqueza del aceite de girasol en vitamina E lo hacen un buen aliado de nuestra piel (se la conoce como la vitamina de la belleza)
Esta riqueza en vitamina E le otorga un gran efecto antioxidante con lo que sus propiedades terapéuticas son muy amplias.
Información nutricional del aceite de girasol
64 % de ácidos grasos monoinsaturados.
23 % de ácidos poliinsaturados.
12 % de ácidos saturados.
50 - 65 % de ácido linoleico.
15 al 20 % de ácido oleico.
¿Sabías que el aceite de girasol...?
Es curioso que si compramos el típico aceite de girasol del supermercado no sabe a nada ya que está refinado. Por supuesto, tampoco tiene apenas ninguno de los beneficios de la semilla de girasol. Aunque sea por curiosidad comprad un día un aceite de semillas de girasol sin refinar y de presión en frío. ¿Adivináis a que tiene sabor?
Recorda que debe guardarse en un lugar fresco y oscuro.
64 % de ácidos grasos monoinsaturados.
23 % de ácidos poliinsaturados.
12 % de ácidos saturados.
50 - 65 % de ácido linoleico.
15 al 20 % de ácido oleico.
¿Sabías que el aceite de girasol...?
Es curioso que si compramos el típico aceite de girasol del supermercado no sabe a nada ya que está refinado. Por supuesto, tampoco tiene apenas ninguno de los beneficios de la semilla de girasol. Aunque sea por curiosidad comprad un día un aceite de semillas de girasol sin refinar y de presión en frío. ¿Adivináis a que tiene sabor?
Recorda que debe guardarse en un lugar fresco y oscuro.
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