Existe una abundante información sobre alimentación saludable que día a día aparece a nuestro alrededor y nos presenta numerosos alimentos naturales con ciertas sustancias que contribuyen a nuestro bienestar. Esto nos hace prestar mayor atención y recapacitar acerca de lo que hemos estado comiendo durante éstos últimos años y si debemos ó no modificar alguno de nuestros hábitos alimentarios de ahora en más.
Créase ó no, una de las amenazas más grandes para nuestro cuerpo es el oxígeno, el mismo elemento que necesitamos para la vida.
A medida que el cuerpo atraviesa sus procesos normales, las moléculas de oxígeno pierden un electrón. Éstas moléculas inestables llamadas “radicales libres” atacan las células con la esperanza de robar un electrón para poder quedarse tranquilas.
Debido a que nuestro cuerpo es un campo de batalla contra enfermedades e infecciones, existe un equipo de sustancias que se llaman ANTIOXIDANTES.
Por eso es que decimos : ¡¡Verduras al auxilio!!
Los antioxidantes, que se encuentran mayoritariamente en verduras y frutas, protegerían contra el cáncer de mama, cuello de útero, tracto gastrointestinal, estómago, pulmón y próstata.
Estos potentes protectores están en los alimentos y para poder contar con todos ellos pensemos que: “el color es la clave”.
A mayor colorido en la elección que hagamos de verduras y frutas, mayor protección.
Este equipo de antioxidantes, valientes guerreros que viven en los alimentos son:
· VITAMINA C
· VITAMINA E
· CAROTENOIDES: beta carotenos, luteína.
Conozcamos algo acerca de ellos:
VITAMINA C: Tiene una potente acción antioxidante; mejora nuestro sistema de defensas; protege al organismo de los “radicales libres”; protege a nuestras células y contrarresta efectos indeseables de agentes malignos del medio ambiente y de algunos alimentos.
Las fuentes principales de Vitamina C son: frutillas, kiwi, mango, tomate y papa y las frutas cítricas como ser pomelo, mandarina, naranja y limón.
VITAMINA E: Tiene una fuerte acción antioxidante; mejora nuestro sistema de defensa; protege al organismo de enfermedades: infecciosas, neurológicas, cardiovasculares, cataratas y cáncer; contribuye a mantener la integridad de las membranas de nuestro cuerpo; contrarresta la acción de los “radicales libres” sobre nuestras células.
Las fuentes principales de Vitamina E son: aceite de girasol, semillas de girasol, avellanas, almendras, germen de trigo, aceite de maíz, espinacas, arenque, camarones y mango.
CAROTENOIDES: Tienen un pigmento amarillo, naranja, que el cuerpo lo convierte en Vitamina A; es esencial para la salud de los tejidos , piel y visión; tiene un importante poder antioxidante y frena la acción destructiva de los “radicales libres”.
Los alimentos fuente de beta carotenos son: zanahoria, zapallo, mango, batata, durazno, damasco, sandía, melón, espinacas y chauchas.
Esta información nos ayudará a replantearnos el tipo de alimentación que llevamos y a comprender que: “es posible estar protegidos por los alimentos”.
Paola Senópoli
Lic. en Nutrición.
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