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domingo, 15 de mayo de 2016

LOS MITOS DE LAS DIETAS.



En toda época del año y en todas las edades las dietas suelen convertirse en una obsesión. A menudo rodeadas de mitos e ideas incorrectas. Las que prometen ser “mágicas” pueden constituir un peligro para la buena salud. Las ideas erróneas que rodean a las dietas son de dos tipos: las que se refieren a los modos, los tiempos y la cantidad de alimentos que debemos ingerir y las que se vinculan a las características específicas de ciertas comidas, como las pastas, el alcohol y el pan. Por eso, antes de iniciar una dieta, conviene despejar dudas y tener claros los conceptos útiles para llevar adelante una Alimentación Saludable.



“El Lunes empiezo...”. Ésta conocida frase hace que nuestra ansiedad aumente. No importa cuando empecemos sino que podamos ser constantes con la dieta que llevamos a cabo.



“Mi dieta consiste en comer lo menos posible...”. Sin embargo, las dietas estrictas no son sinónimo de adelgazamiento. Se puede comer bien, no tener hambre y al mismo tiempo “adelgazar”.



“Mi amiga logró bajar varios kilos con la Dieta de la Luna...”. Las dietas que se publican habitualmente no suelen tener fundamentos científicos. Se conciben como útiles para todas las personas, sin tener en cuenta que cada individuo es diferente y requiere un tratamiento personalizado.



“El alcohol fija las grasas...”. No es exactamente así. Los Alimentos no “fijan” grasas sino que las aportan en mayor ó menor medida ó directamente no las contienen. La verdad es que el alcohol incorpora grasas al organismo, ésto se ve claramente con su aporte de calorías.



“El pan engorda más que las galletitas...”. En general ocurre todo lo contrario, ya que las galletitas tienen grasas y el pan no. Se recomienda optar por los productos integrales, por sus ingredientes nutritivos.



“El pan tostado engorda menos...”. Es falso, tostado ó sin tostar nos proporcionará la misma cantidad de calorías. Lo que ocurre es que, al tostarse, el pan pierde su cuota de agua (se deshidrata) y por ésta razón se mastica mejor y más rápido. En cambio el pan fresco (que mantiene el agua) ofrece una mayor sensación de saciedad.



Lo mencionado anteriormente, son simplemente ejemplos de los errores que cometemos al llevar a cabo una dieta.
Es importante tener en cuenta que realizar una dieta desequilibrada no siempre resulta inofensivo.



Paola Senópoli.
Lic. en Nutrición.

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