martes, 11 de enero de 2022

De la huerta a la mesa

PASTA DE FLORES DE IPOMEA INDICA, RELLENA DE SUS HOJAS

 


Hay una variedad de especies de Ipomea que ofrecen tanto hojas como flores comestibles. El sabor es particular a cada una, algunas son más marcadamente picantes, mientras otras son más bien neutras de sabor.
La Ipomea indica es especialmente versátil porque sus flores aportan un hermoso color a las masas y sus hojas voluminosas tienen un sabor similar al de la acelga que va bien en ensaladas y en preparaciones cocidas.


 A continuación, una receta que emplea ambas. Buen provecho!

RELLENO:

Ingredientes

- Unas 20 hojas tiernas de ipomea indica
- ½ cebolla
- 1 diente de ajo
- 150gr, ricota
- 1 cucharada, aceite de oliva
- Un puñado, nueces
- Sal y nuez moscada, a gusto

Procedimiento

- Retire los cabitos fibrosos de las hojas. Blanquéelas durante 2 minutos en un hervidor con abundante agua hirviendo. Retire del agua y deje reposar dentro de un colador para que se escurran durante unos minutos. Finalmente, píquelas muy finamente y reserve.

- Pique muy finamente la cebolla y el ajo. Sofríalos con el aceite.
 
- Incorpore las hojas picadas, la ricota y las especias. Mezcle y cocine sobre fuego mínimo revolviendo constantemente hasta evaporar cualquier exceso de líquido.
 
- Retire del fuego e incorpore las nueces, finamente picadas.
 
- Mientras el relleno se enfría, elabore la masa para la pasta.


PASTA:

Ingredientes

- 50cc, flores de ipomea blanqueadas y procesadas*
- Un chorrito, vinagre
- 100gr, harina de trigo
- 10cc, aceite de oliva
- Sal, a gusto

* Lave unas 70 flores (sólo las campanas, sin los órganos reproductivos) y colóquelas en un hervidor, sin escurrir por completo. Agregue un chorrito de vinagre. Coloque la tapa y lleve sobre el fuego bajo, para que se cocinen con el vapor del agua que irán soltando. A medida que las flores pierden su rigidez, compáctelas en el fondo para que queden sumergidas en su propio jugo. Cocínelas durante unos 3 minutos. Retire del fuego y procese en una licuadora hasta obtener una mezcla homogénea.

Procedimiento

- Coloque en un bol las flores procesadas, el vinagre, el aceite y la sal, y mezcle.

- Agregue la harina de a poco, revolviendo constantemente. Integre.

- Amase sobre una mesada hasta obtener un bollo liso. Envuélvalo en papel film y deje reposar durante unos 30 minutos.

- Estire la masa con un palote o en una máquina para pastas. Dóblela sobre sí misma y vuelva a estirar. Repita este paso unas 4 veces y agregue harina, si es necesario, para que no se pegue a las superficies.

- Estire la masa hasta un grosor de 1 mm.

- Corte la masa en círculos o cuadrados, dependiendo de la forma que quiera darle a su pasta rellena, luego rellene las piezas. También puede utilizar moldes para ravioles o sorrentinos (en la foto, un raviol elaborado con ayuda de una raviolera).

- Vaya guardando las piezas terminadas en una fuente amplia espolvoreada con abundante harina. Reserve en la heladera o el congelador hasta utilizar.

- Prepare una olla con abundante agua y un chorrito de vinagre, y llévela sobre el fuego. Una vez alcanzado el hervor, ingrese la pasta, sin sobrecargar el agua. Cocine hasta el punto deseado (recomendado, un minuto después de que flote).

- Acompañe con aceite o su salsa de preferencia y sirva.
 
NOTA: las flores y hojas de esta planta NO contienen los compuestos psicotrópicos que contiene su semilla. Son perfectamente inocuas y comestibles. Como en muchas otras plantas, distintos órganos tienen distinta composición química.
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fuente: libro "Cocina Silvestre", que explora el potencial gastronómico y medicinal de las plantas silvestres, de Elena Iakovleva.

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