Si eres intolerante a la lactosa, vegano, o si simplemente prefieres no consumir productos lácteos, éstas leches vegetales serán una opción muy saludable. Contienen gran concentración de minerales, vitaminas, calcio y ácidos grasos esenciales. La mejor recomendación para su consumo es variar la leche vegetal (una semana una, otra semana otra, etc..) para aprovechar la variedad de nutrientes que nos ofrecen todas.
Las leches vegetales al ser un producto 100% natural y sin conservantes, tienen una duración limitada, y depende de los ingredientes empleados (por ej. con endulzantes pueden llegar a durar menos), su frescura, la pureza del agua empleada, y de cómo sean conservadas.
La duración promedio es de unos 2 a 3 días (si bien pueden durar unos días más), bien tapadas en una botella en la heladera, preferentemente de vidrio.
Debido a que las leches vegetales se sedimentan luego de preparadas, se sugiere siempre revolver la preparación antes de servir, de esta manera se conservará y se aprovechará mejor el contenido.
Puedes usarla como sustituto de leche vacuna en diferentes recetas y preparaciones.
La que se recomienda como sustituto en postres y preparaciones en general es la leche de avena, si bien las de frutos secos como almendras o nueces también son adecuadas. La avena tiene muy buena consistencia para cremas y postres en general, y además no altera en gran medida el sabor principal de la preparación en cuestión.
Qué se necesita?
- licuadora
- lienzo o bolsa para lechadas
- cereales, legumbres o frutos secos
- endulzante a elección (puede ser stevia, miel de abeja, dátiles, azúcar orgánica o mascabo
- extras: canela o extracto de vainilla
Una vez que usted aprenda a preparar una de las leches vegetales más abajo enunciadas, habrá aprendido los principios fundamentales para hacer cualquier tipo de leche. Su imaginación será su límite.
Recuerde el primer principio es remojar las semillas o nueces en agua por un tiempo suficiente para ablandarla. Por lo regular unas 10-24 horas serán más que suficientes. Por lo general el agua deberá ser fría o tibia. Algunas veces será caliente. Una vez ablandadas estarán lista para ser molidas ya sea con un procesador de alimentos, con una licuadora (batidora) o cualquier instrumento culinarios que pueda fragmentar finamente o moler las semillas.
El segundo principio es el de usar una cantidad apropiada de semillas. Con la soya recuerde que hay unas dos mil variedades cada una de ellas pudiera darle un sabor diferente. La más comúnmente usada es la blanca. Si la mezcla se sale muy concentrada, deberá diluirla al gusto
El tercer principio es ser creativo. Añada frutas al gusto. Recuerde su gusto y el de su familia son únicos. No se desanime. Si esta muy concentrado, dilúyalo; si esta muy amargo, añada frutas o miel o cualquier endulzante natural
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