La vitamina A es uno de los nutrientes esenciales que nuestro cuerpo necesita para mantenerse saludable. Muy fácil de ingerir en la alimentación diaria, según su origen puede recibir distintos nombres. Cuando proviene de la proteína animal se le conoce como retinol, mientras que si viene de los vegetales es llamada caroteno, de los cuales el beta-caroteno es el más conocido. Pero ¿por qué consumir este nutriente es tan importante?....Te contamos cuales son éstos beneficios.
1. Uno de los aportes y beneficios de la vitamina A más importantes ocurre a nivel celular. Este nutriente influye en el proceso de crecimiento y reparación de la células que conforman nuestra visión, mucosas, piel, uñas, esmalte dental y cabello.
2. La vitamina A es esencial para mantener un sistema inmune fuerte que nos ayude a luchar contra las infecciones y las enfermedades, pues favorece la producción de defensas y mejora la respuesta a los anticuerpos. Esta vitamina además participa en la creación de membranas que protegen de las infecciones a órganos como los pulmones o el tracto digestivo.
3. Otro de los beneficios de la vitamina A es mantener huesos y dientes sanos, pues influye en el proceso de crecimiento de ambos. Por eso este nutriente es indispensable durante la infancia y el desarrollo.
4. Es importante mantener una buena ingesta de vitamina A tanto para mejorar la reproducción sexual como para garantizar el crecimiento saludable del feto. Este nutriente permite la buena producción de esperma y favorece el ciclo menstrual; durante el embarazo contribuye en el desarrollo de tejidos del feto, beneficiando su correcto crecimiento.
5. Popularmente se dice que la zanahoria es buena para nuestra vista, esto se debe principalmente a su contenido de beta-caroteno, un tipo de vitamina A que mejora nuestra visión nocturna y nos ayuda a prevenir enfermedades como las cataratas, el glaucoma o la ceguera.
6. Son muchos los beneficios de la vitamina A para nuestra salud, por eso su deficiencia puede producir importantes problemas, entre ellos:
- Condiciones óseas como crecimiento deficiente, dolores en las articulaciones o malformaciones en el esqueleto,
- Problemas en la vista como deficiencias para ver en la noche, sensibilidad a la luz o xeroftalmia,
- Defensas bajas y mayor propensión a sufrir infecciones y enfermedades,
- Piel reseca, uñas y cabello quebradizo
- Alteraciones reproductivas, pérdida de peso, fatiga general, entre otros
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