sábado, 27 de agosto de 2016

LAS BEBIDAS ALCOHOLICAS

Detrás del mito “el alcohol fija las grasas” hay un por qué: la confusión proviene del modo en que estas bebidas actúan en el organismo. En realidad, sintetizan lípidos (grasas) e incorporan calorías vacías.






¿Qué son las calorías vacías?

Las que “engordan”... pero no aportan nutrientes. Se diferencian de las calorías completas, que en conjunción con otras sustancias como las proteínas brindan al organismo las sustancias nutritivas necesarias para la vida.



¿La ingesta de alcohol puede dañar al organismo?

A excepción de algunas propiedades benéficas que han sido descubiertas hace poco tiempo, la ingesta de alcohol (sobre todo cuando no es moderada) se asocia a la toxicidad celular, principalmente a nivel del hígado y el sistema nervioso. La cirrosis hepática ó los trastornos severos del sueño, así como las alteraciones en la conducta, son buenos ejemplos de ello.



¿Qué otros peligros se asocian a las bebidas alcohólicas?

El peligro extremo está dado por las características adictivas que tienen estas bebidas, las cuales pueden llevar al alcoholismo. En cuanto al consumo en la dieta de todos los días, conviene recordar siempre que las bebidas alcohólicas, como muchos otros alimentos y bebidas, pueden sumar kilos a nuestro cuerpo.



Vino y corazón.

Hoy, los estudios entorno a las propiedades “curativas” del vino vuelven a poner el acento en sus bondades. Aunque no está dicha la última palabra, muchos especialistas afirman que una copa en las comidas beneficia el corazón. Los argumentos se basan en los estudios sobre “flavonoides”, unos compuestos vegetales que mejoran la circulación sanguínea y están presentes en las verduras, los cítricos, el vino tinto, el jugo de uva y el té. Los beneficios serían que a mayor consumo de flavonoides, menor cantidad de muertes ocasionadas por problemas cardíacos.

Pero a diferencia de lo que ocurre con los otros alimentos que contienen estas sustancias, el vino no puede consumirse sin considerar que, si esto se hace en forma indiscriminada, los efectos pueden llegar a ser exactamente los contrarios: el daño de muchos de los órganos del cuerpo que podrían verse beneficiados con el mejoramiento de la circulación sanguínea.

Sobre la cantidad de vino tinto útil para prevenir problemas cardíacos también hay controversia: algunos recomiendan una copa diaria, otros se inclinan por dos. Lo importante es consultar al médico, quien deberá evaluar los riesgos y beneficios, según las características y el estado de salud de cada persona.


¡SALUD!
Ante un cumpleaños, reunión ó fiesta, el exceso de alcohol es una amenaza para todos. Por un lado, puede provocar trastornos gástricos, cefaleas y la famosa “resaca”. Además, los cambios que produce en la conducta suelen tener como consecuencia accidentes de tránsito graves. Datos internacionales muestran que “en uno de cada dos muertos en accidentes de tránsito está presente el alcohol”.

No hace falta estar “borracho” para formar parte del grupo de riesgo. Una sola copa de vino, cerveza ó whisky puede limitar la capacidad de conducir, ya que disminuye los reflejos y la atención.



Valores para recordar:

v 100cc de cerveza aportan las mismas calorías que igual cantidad de leche. Es preferible optar por el lácteo , que contiene sustancias nutritivas.

v Si tomamos un vaso de vino en el almuerzo y otro en la cena, habremos incorporado en el día 500 calorías.

v A las personas que realizan un régimen para bajar de peso se les recomienda que la ingesta de alcohol no supere el 5% del valor calórico total de la dieta.

v En condiciones normales de alimentación, esas calorías no deberían exceder el 10%.

v La bebida alcohólica que más calorías aporta es el vino. Tinto, blanco y rosado “engordan” por igual.



¿CONSEJO? Tomar y comer con moderación es una buena manera de festejar. O, al menos, la manera de aludir al precepto que enunciamos en el brindis “¡SALUD!”.





Paola Senópoli.
Lic. en Nutrición.

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